Anna organizó su agenda con mucha antelación, para así disponer con mayor tiempo para que trabajásemos con calma. Ella posó con lencerías que se acababa de comprar y nosotros experimentamos con algunos juegos de contraluces desde el pasillo, (que se nos había quedado pendiente de perfeccionar de la sesión anterior). Anna posó relajada y muy elegante, incluso en algunas posturas que en apariencia puedan parecer difíciles, sin que pierdan naturalidad al hacerlas. Ayudó mucho que ya conociéramos bien el lugar, la calidad de luz de la habitación y por supuesto, la confianza que se ha generado con la modelo y saber bien cómo se mueve ella frente a la cámara. De esa manera pudimos aprovechar el tiempo al máximo con un plan de trabajo bien definido: posturas, lugares, prendas, etc. Esa es la ventaja cuando una cliente repite con el mismo fotógrafo, cuyo compromiso es ofrecerle algo nuevo y mejor que lo anterior. De hecho, Anna quedó aún más satisfecha con esta sesión y nosotros también.

Al igual que sus compañeras, Sol también aprovechó la oportunidad de posar con la camiseta durante la sesión que hicimos para Sensei Masajes. Ella nos permitió que pudieran salir sus sugerentes labios y jugamos con la modelo entre las luces y sombras.


Con Mila Love, fue al final de una sesión muy completa "Interior-Exterior", que nos tomó dos jornadas de trabajo, primero en su habitación y luego en unas locaciones fuera de Barcelona. (Algunas de sus fotos ya se pueden ver en su álbum). Próximamente hablaremos de esa gran sesión, donde Mila posó de una manera deliciosa y elegante, tal como es ella.

Mila contactó con nosotros y tuvimos una primera reunión donde ella nos comentó sobre las fotos que deseaba hacerse y le sugerimos algunas ideas. Ella quería una sesión en su piso y también en exteriores. Aprovechamos de dar un vistazo a la habitación, hacer un "check list" de las cosas que necesitaríamos para la sesión de interiores, tomar nota de posibles encuadres, luz, etc. y fijamos fechas. La primera parte del trabajo en su habitación, duró aproximadamente unas dos horas y media. Ella deseaba unas fotos elegantes y con un buen toque erótico, tal como es ella. Seguimos un guión basado en las prendas con las que ella deseaba posar. En muchas de las fotos jugamos a destacar su preciosa piel blanca sobre fondos oscuros. A los pocos minutos de la sesión, Mila fue soltándose con unos movimientos muy felinos frente a la cámara, ella tiene una figura preciosa y con mucha gracia.

Unos días después quedamos para la sesión en exteriores, primero en unas calles muy bonitas y poco transitadas en una localidad cerca de Barcelona, donde posó de lo más sexy con un par de vestidos muy elegantes. Para cuando llegó la hora más adecuada de luz en la playa, ya estábamos ubicados en el lugar preciso. El sol le dio un toque dorado a su piel, como si estuviera bronceada, y buscamos unos contrastes que destacasen más los colores. La mayor parte de las fotos en exteriores fue realizada con teleobjetivos, trabajando con poca profundidad de campo. Mila se desenvolvió relajada y con mucha naturalidad, fue delicioso verla caminar por la arena con su vestido elegante y sus zapatos de tacón en la mano, o cómo jugaba con el pareo.

Para la sesión en exteriores y con la autorización de ella, nos acompañó el forero ELeGantbcn. (Invitar a foreros es un experimento que estamos haciendo únicamente para exteriores, pero siempre estará sujeto a que lo autorice la profesional, que sea un muy apreciado cliente suyo, de toda su confianza, y se sigan unas reglas muy claras para que la sesión se lleve en completa armonía para todos. Es básico que durante la jornada, tanto ella como el fotógrafo se sientan cómodos). ELeGantbcn incluso nos dio alguna sugerencia interesante que tomamos en cuenta, de paso nos ayudó con el rebotador de luz y algunos otros detallitos de producción en el set, se portó como todo un caballero. Mila estaba encantada, parecía toda una top model con su equipo de producción a su alrededor.

Para la sesión en interiores trabajamos con varios flashes, rebotadores de luz, un softbox grande para suavizar los destellos y nos servimos de la iluminación natural que ofrece el piso. Nos trazamos una guía de las prendas y accesorios que Anna quería lucir y empezamos las primeras fotos en su habitación. Para ir rompiendo el hielo la hicimos posar tranquilita en su cama y poco a poco fuimos guiándola a posturas más elaboradas. Anna es de esos casos particulares en que se retrata a cara descubierta, por lo que se puede mostrar toda la belleza y frescura de su rostro. Momentos fotográficos mágicos fueron retratarla desnuda envuelta entre las sabanas, totalmente relajada. A partir de allí empezaron los cambios de vestuarios, lencerías y posturas en la cantidad de lugares que ofrece su piso. Anna disfrutó la sesión con su gran sentido del humor, posando de lo más glamorosa. Desde el inicio se generó una química muy especial que no siempre se logra entre un fotógrafo (o un pintor, escultor, etc) con una modelo. Por supuesto, he leído todas las expes que escriben los foreros que han estado con ella y que coinciden en ese alto nivel de cercanía e implicación que se logra con ella. Pues yo como fotógrafo, puedo dar fe que como modelo frente al lente, Anna es toda una hechicera. Después de la sesión en su piso vino la complicada tarea de la selección del material, en todas las fotos esa mujer salió radiante y con la misma frescura de principio a fin...y eso que la sesión fue agotadora.

Para la sesión en exteriores ella deseaba algo distinto a la playa. Quería algo más campestre y también fotos urbanas. El día anterior se hizo un estudio de locación en el Parc de la Ciutadella, a la misma hora en que iría Anna, para tener bien controlada la luz en los lugares donde sería retratada. Siendo en días de semana no había casi nadie en el parque....sólo que al día siguiente, propio de la "Ley de Murphy para fotógrafos" eso parecía un domingo por la tarde. Al llegar ella se rió un poquito nerviosa, "me recordaba el parque con menos gente..." comentó. Alquilamos una barquita y nos adentramos hacia un rincón del laguito artificial, con Anna dirigiendo al fotógrafo-remero que al principio se hizo un lío con los remos. Una vez ubicados en el punto preciso, hicimos las fotos como si se tratara de una travesura, con ella posando casi sin ropa. Desde donde estábamos podíamos ver a la gente pero no podían vernos con la misma facilidad. De allí buscamos otro punto del parque que tuviera menos gente, algo difícil pero no imposible. Dimos con un árbol cuyas ramas formaban una pequeña cueva vegetal donde extendimos la toalla. (Quien se lo pasó pipa fue un abuelete que orbitó varias veces cerca de nosotros, eso sí,con mucha discreción, no daba crédito de encontrarse allí con una chica tan preciosa posando en braguitas, se fue de lo más feliz). Finalmente fuimos a un callejón poco transitado del Born, donde Anna posó para una de sus fotos que se ha convertido en su favorita. Queremos pensar que cierta parejita que estaba sentada en un portal de ese mismo callejón, no acabó en ruptura por culpa nuestra...pero es que el tío se quedó con una cara de tonto viendo cómo Anna se cambiaba de ropa, en tanto que su novia le insistía en irse...y el otro que no...que vamos a ver...que espérate un poco...a la final la chica se marchó enfadadísma y el novio aún se quedó un rato más contemplando la escena. Se utilizó equipo muy básico, lentes fijos, luminosos. Flash separado de la cámara.