Dr. Merengue

He vuelto a Indonesia después de 12 años. Esta vez me tocó alojarme en un hotel de lujo en pleno centro de Jakarta y viajar desde allí cada día un par de cientos de quilómetros en tres direcciones cardinales diferentes.

Jakarta sigue “disfrutando” de un extraordinario boom económico, tiene 10 millones de habitantes, ha sido nombrada, por tercera vez consecutiva, la ciudad con el peor tráfico del mundo y en esta época las temperaturas rondan los 30 grados y la humedad el 98%.
Si a esto se le agregan el jetlag, los aires acondicionados con temperatura de neveras, los viajes en taxi donde se necesitaron 3 horas para recorrer 75 kms, os podeís quizás imaginar, que de vuelta al hotel, no me vinieron ganas de volver a salir a visitar los famosos hotspots puteros como el Blok M, Top Gun y los hoteles con erotic massage parlours.

Yo había leído en varias websites, que en mi hotel (Meridien) existía un famoso bar (Rendez Vous) con high class lumis. Ya recién llegado me senté en este bar (excelente comida, cervezas, música en vivo, ambiente) , esperando la aparición de las princesitas.
Luego de unas tres horas, le pregunté al simpático camarero, si era verdad lo que había leído y mientras le hacía esa pregunta, pasaron por el pasillo dos bellezas en vestidos muy ceñidos y me escanearon de arriba a abajo, intentando evaluar mi bulto (de rupias, el billete mayor es de 100.000 = 7 euros, o sea que para 140 euros hay que llevar 2 millones de rupias !). El camarero me explicó sonriente que el lugar de los hechos no era el elegante lobby bar, sino la discoteca Tiga Puluh, bajando una escalera.

Durante mi estadía estuve cada noche en la discoteca, siempre esperando que el nivel de las chicas presentes fuera mejorando. El Tiga Puluh tiene dos recintos : el primero con unos sofás, un bar y la infaltable mesa de billar y el segundo sobredimensionado y en ninguna de las noches en las que estuve presente, utilizado.

En general se encuentran unas 10 – 15 chicas en el primer recinto, bebiendo sus cocktails, jugando al billar, bailando discretamente y observando a la clientela extranjera (no tan discretamente). Rápidamente fui informado que el precio standard es de un millón (de rupias = 70 euros) por hora en mi habitación.

Mi mejor experiencia la tuve con Sarah, una chica de 29 años de Cirebon, guapa, delgada, simpática, dulce, pero con ciertas dificultades de comunicación en inglés. Sarah me pidió 1,5 millones (100 euros) y me prometió el mejor francés que yo haya disfrutado en mi vida.

Aceptado el deal, nos marchamos a mi habitación. Mientras que yo me estaba duchando, Sarah se metió a la misma y comenzó una humeda mamada, que yo clasificaría como normalita.

Ya en la cama todo fue muy fluído, completo, sin restricciones (sexo por supuesto con condón !!) . Será que estoy muy bien acostumbrado, pero el polvo no fue para la historia, pero se le debe constatar a la chica que se esmeró muchísimo y supo disfrutar, eso sí, con algo de overacting, algo que yo no soporto.

Me costó algo sacarla de mi habitación. O se puso muy mimosa o le habia echado un ojo al fajo de rupias encima del escritorio.

Resumiendo, he tenido una penosa performance en una de las ciudades puteriles más importantes del mundo. Mi aporte ha sido sólo el corregir la información sobre el bar del Meridien y dejaros unas fotos de Sarah, que a mi pedido cambió sus tacones por zapatillas desechables, en honor a mi colega Dr. Loomis.

Calamar

Esto de pagar en millones sin sensación de arruinarse, debe ser un placer cercano al orgasmo. Casi no hace falta tener sexo después

Dr. Loomis

Agradecido, colega Dr. Merengue. Toda la expe en sí me interesa poco , lo que me interesa son los detalles sobre las zapatillas desechables.

Curioso modelo con los dedos al aire. ¿Modelo indonesio debido al calor y la humedad? ¿Modelo típico de los Meridien en todo el mundo? Espero que no entrara con ellas puestas a la ducha, sería imperdonable.