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La bondad de Isabella

CHICA
Nombre "artístico"
Isabella.
Nacionalidad (u origen probable)
Española.
Edad (aparente o anunciada)
Anuncia 24, creíbles.
¿Fotos falsas o retocadas?
Reales. Cara nublada, aunque en los estados de wsapp y de Telegram de Camila Tantra y de Lucía Masajes sí que se muestra, como hacen con otras chicas de la casa.
Descripción de cara
Guapa. Rasgos latinos, de mestiza preciosa. Pero es española. Castaña, de pelo largo. Sonriente. Inspira ternura.
Descripción de cuerpo
Delgada con curvas, muy atractiva. En alguna de las fotos que adjunto se aprecia su figura de guitarra. Sus anchas caderas, la manera en que el culo se estrecha según subes por la vertical y se adelgaza a la altura del ombligo es una gloria. Creo que fue en parte esa foto lo que me arrastró hasta Isabella, aparte de que llevaba yo carrerilla con esa casa. Todo se andará, supongo.
Descripción de carácter
El rato que hemos estado juntos, Isabella me encanta. Amable, servicial, cariñosa. La hacía yo tímida y contenida, pero no: superlanzada, no se inhibe de ofrecerte lo que quieres sin suplementos ni trabas, lo ofrece y lo da, juega limpio y juega bien. Sabe corresponder a tu buen trato, intuye cómo quieres que sea. Una personalidad deliciosa para mi gusto, nada diva, no va por la vida de guapa, sino de amiga. Entregada, abierta. Una lástima que ahora resulta acaso algo difícil de contactar. En Lucía Masajes unas chicas tienen número propio de contacto, otras no. Y ni siquiera estoy seguro de que siga Isabella trabajando con ellas.
Vestimenta
No lo recuerdo.
¿Fumadora?
No lo sé.

CONTACTO
Teléfono (¿WhatsApp?)
El de Lucía Masajes, que es el nombre de la casa, con wsapp y Telegram: 643405002.
Web o anuncio
https://t.me/massagelucia
Dirección
Aragó 47X (Padilla), Barcelona.
Horario
La casa abre de lunes a sábado, horario diurno. Isabella atendía por las tardes, pero hace unos días que no veo que salga en los anuncios. A mí me atendió un sábado a las 16:00.

LUGAR DE ENCUENTRO
Ambientación y decoración
La misma habitación en la que me han atendido las otras dos veces que he estado en la casa, junto a la entrada. Baño al otro extremo del pasillo, ducha cómoda. En la habitación: amplio tatami en el suelo. Motivos budistas discretos. Una tela cuelga del techo.
¿Aire acondicionado, calefacción?
No recuerdo, supongo que sí, estuve a gusto.
Valoración
Alta.

SERVICIO
Fecha de la experiencia
Sábado 1 de febrero de 2025, 16:00.
Servicio y tarifa contratados (en €)
Copio del blog de Camila Tantra, porque es en principio el servicio que ofrecen todas las chicas de la casa:
Otras tarifas o servicios
Duración real del servicio (duchas incluidas)
Unos 45 minutos, por razones que luego contaré.
¿Masaje en camilla o en tatami?
En tatami.
¿Masajista vestida o desnuda?
Desnuda.
¿Masaje interactivo?
Mucho. Isabella no me puso ningún límite. Más interactivo de lo que yo esperaba, más abiertamente sexual a partir de cierto momento.

Relato del encuentro
Previa
Desde mi cita con Camila que luego resultó ser con Catalina andaba yo al habla con Lucía Masajes, divertido con la idea de escribir la primera expe de alguna otra de sus chicas no bautizadas aquí en el foro. Y elegí, con la ayuda de la persona que atiende el wsapp, a Isabella, muy atractiva en las fotos, como antes comenté. Tenía yo la idea de que Isabella era tímida o inexperta, quizá porque en mis conversaciones por wsapp con otras chicas de la casa siempre decían que era la pequeña entre ellas, la más joven, supongo.

El encuentro
Ese sábado Isabella está sola en el piso. Al llegar me hablo por wsapp con otra chica, que a su vez transmite mis mensajes a Isabella. Pero enseguida subo y ya trato directo con ella, y yo al principio superdelicado, con la idea de que acaso mi masajista estaba comenzando en el oficio, refirmándola yo en que conmigo no iba a tener ningún problema y diciéndole que iba a hacer por que se sintiera lo más cómoda posible.
Pago, ducha y ¡al tatami!, desnuditos los dos. Isabella empieza con mis pies y mis piernas. Me da calorcito, y el calor lleva sensualidad. Algo así le digo: que el calor que me está transmitiendo con las manos me da mucho bienestar, pero que además hace que aumente mi deseo de ella. Isabella me contesta que qué majo soy, y noto que lo dice con total sinceridad, acaso dándose cuenta también de que sus palabras son importantes para mí, de que me resulta muy satisfactorio saber que mi compañía le agrada. En algún momento nos cuesta más comunicarnos, por la pura distancia física: Isabella está aún cerca de mis pies, y algo hay que elevar la voz respecto a una conversación más cercana. Hacemos un poco de silencio a la espera de la proximidad de nuestros oídos y bocas.
(A todo esto, recuerdo ahora que antes de la ducha inicial quise darle un beso de amigo, de puro cariño, a Isabella en la cara, pero que me di cuenta de que no tenía reparo en dármelo en la boca, y así fueron por tanto a partir de entonces nuestros besos: de novios casi, sin timideces ni obstáculos. Este es el tipo de chica con el que yo quiero estar.)
No se sabe por qué, pero cuando aún iba por las piernas, Isabella me dice:
“Si quieres te la chupo un poco, y así te vas a casa más relajado”.
“Vale, pero yo quiero que te corras tú también”.
De modo que acordamos seguir en 69, que no deja de ser una técnica de masaje oral mutuo con la boca en el sexo del otro. Sin condón, he de decir, creo que ni se planteó ponérmelo. Aplausos para mi masajista en esto. Isabella lo hace mejor que yo, y al cabo de un rato me corro con ayuda de su mano. Mi propio semen salpica mi pecho.
Mi compañera no se ha corrido aún en el 69. Le propongo que sigamos. Me encanta lo directa y sencilla que es a la hora de decir las cosas:
“Bueno, para que yo me corra es mejor que me la metas un poco”.
Pero claro, yo solo aguanto un tiro, en principio. (Tenía que habérselo dicho antes.) De modo que continuamos con el 69 (no sé si con ayuda de mis dedos) e Isabella se corre en mi boca.

El incidente
Pero entonces (aun quedarían 10 o 15 minutos para la hora) Isabella recibe un mensaje preocupante: algo ha sucedido (que no voy a contar, por respeto) que la obliga a marcharse ya mismo a atender la emergencia. Por supuesto la creo, no hay la menor duda de que lo que me dice es cierto. Le digo que no se preocupe por terminar mi hora, ya lo arreglaremos de alguna manera en el futuro, le ofrezco mi ayuda en lo que pueda. Enseguida me visto y me voy para darle completa libertad.
En los días que siguen pregunto por ella a la persona que me atiende en el wsapp de Lucía Masajes, sobre todo por saber si la emergencia se solucionó. Parece que sí, poco a poco. Pero Isabella va apareciendo menos en sus estados de wsapp y Telegram, y yo tengo que decir que mi experiencia con ella, aunque interrumpida, ha sido muy satisfactoria, que me encanta como profesional y que no quiero que deje de ofrecer sus servicios.
“Qué suerte tengo”, le dije recién corrido, contento de la facilidad con la que se había prestado a comérmela al natural.
“Qué suerte tengo yo”, contestó Isabella, satisfecha por mi amabilidad, por haberme esforzado por cuidarla.
¿Volveremos a encontrarnos?

Valoración de la experiencia
Muy alta, por las razones que expongo en la
valoración final (lo mejor y lo peor)
Por la bondad de Isabella, por su naturalidad, por su manera de ser: directa, desinhibida, lanzada, sin marcar límites ni pedir suplementos, por su humildad, por no ir de diva, por ser accesible, por no creerse la octava maravilla y sin embargo serlo por su personalidad. Da gusto encontrar esta sencillez en una mujer tan sexi y atractiva, y al final la personalidad cuenta mucho más que cualquier otra cosa, creo yo. Lo menos mejor: no haber podido terminar la hora, pero más que eso el incidente, la preocupación por que Isabella vuelva a su vida profesional con tanta fuerza o más que cuando nos encontramos. Ojala estas palabras mías, esta reseña, verídica, sincera, le sirvan de ayuda, en eso y en todo lo que ella quiera.

Imágenes Adjuntas