Confieso que debo ser un bicho raro. Simplemente, porque siempre salgo enormemente satisfecho de todas mis citas. Confieso que me extraña no acabar nunca con un mal sabor de boca. Confieso que he tenido citas ardientes, citas relajantes, citas calmadas, citas neutras... Citas sin besos, citas con picos, citas con asalto de bocas a mano armada, citas con lingam, citas con oral a una banda, a dos bandas, citas con sexo, citas acariciantes, citas con apenas roces, citas sin orgasmo, citas de una hora, citas de 50 minutos, citas que se alargan lo que no está escrito... Citas silenciosas, citas divertidas, citas con confidencias que te encogen el corazón, citas de risas desmesuradas, citas de una seriedad palpable... Citas reincidentes, citas esporádicas, citas que te marcan, citas inolvidables... Citas, en todo caso, que siempre han cumplido con lo prometido. Citas, todas ellas, agradables.

Confieso que sospecho que mi actitud tendrá algo que ver. Confieso que planifico todo lo que puedo cada cita, porque para mí este mundo es mi afición particular. Mi hobby, mi entretenimiento, mi desconexión, mi píldora del placer, mi fin de semana condensado, mis vacaciones en el Caribe, mi sueño feliz, mi sueño erótico, mi cápsula de aislamiento, mi goce privado. Confieso que acudo siempre dispuesto a disfrutar, a relajarme, a vivir una experiencia nueva, a compartirla, a contagiar la alegría que siento por dentro en esa hora... En pocas palabras, confieso que acudo a cada cita con el único y exclusivo objetivo de ser feliz. Será por eso que siempre intento mostrarme amable, contento, agradecido... Y por eso mismo mi cuerpo se torna hipersensible; y se tensa, se relaja, se eriza, vibra, jadea, gime, viaja con la mente, afila sus cinco sentidos...

Confieso, como consecuencia, que me siento enormemente agradecido hacia todas las foreras que he tenido la suerte y el privilegio de conocer. A las que he visitado en varias ocasiones y con las que he compartido únicamente una hora. Agradezco su atención, su forma de tratarme, su profesionalidad, su implicación (sí, existe), su amistad en algunos casos, sus bromas, sus charlas, sus silencios; sus tejemanejes sobre este cuerpo escombro que tengo, sus mentirijillas amables hacia mi aspecto, su preocupación por mi bienestar durante esa hora. Agradezco enormemente los regalos que me hacen; la suavidad de su piel, el vértigo de sus curvas, la rugosidad de sus labios, la atención de sus oídos, las grutas de sus sexos, los fluidos que intercambian, la generosidad de sus manos, de sus brazos, de sus piernas, de sus senos, de sus palabras... Confieso, simple y llanamente, que agradezco que me abran la puerta y me transporten, una y otra vez, a esa dimensión única y extraordinaria en la que habitan el placer y el bienestar.

Y confieso que se lo agradezco a todas, porque todas ellas, siempre, me han hecho feliz. Muy feliz. Gracias, muchísimas gracias.

Confieso

Que aveces no me siento cómoda con mis pechos son muy grandes y me frustran mucho cuando voy de compras porque es un problema con las blusas me siento muy mal y en ocasiones hasta he llorado pero me acepto como soy pero es un poco traumático para mi

Yo de adolescente me preguntaba porqué no tenia los pechos mas grandes, pero ahora de adulta, estoy muy contenta con ellos. Ni grandes, ni pequeños. Y veo a mis amigas con pechos grandes pasarlo mal por temas de espalda. Siempre puedes mirar de quitarte un poco y operarte. Si te decides, el doctor te dirá cual es el tamaño ideal para tu altura y peso. Es un rollo pasar por quirófano pero ya no es que te aceptes como eres o no, si no por temas de salud!
un abrazo y animo!!

Confieso que debo ser un bicho raro. Simplemente, porque siempre salgo enormemente satisfecho de todas mis citas. Confieso que me extraña no acabar nunca con un mal sabor de boca. Confieso que he tenido citas ardientes, citas relajantes, citas calmadas, citas neutras... Citas sin besos, citas con picos, citas con asalto de bocas a mano armada, citas con lingam, citas con oral a una banda, a dos bandas, citas con sexo, citas acariciantes, citas con apenas roces, citas sin orgasmo, citas de una hora, citas de 50 minutos, citas que se alargan lo que no está escrito... Citas silenciosas, citas divertidas, citas con confidencias que te encogen el corazón, citas de risas desmesuradas, citas de una seriedad palpable... Citas reincidentes, citas esporádicas, citas que te marcan, citas inolvidables... Citas, en todo caso, que siempre han cumplido con lo prometido. Citas, todas ellas, agradables.

Confieso que sospecho que mi actitud tendrá algo que ver. Confieso que planifico todo lo que puedo cada cita, porque para mí este mundo es mi afición particular. Mi hobby, mi entretenimiento, mi desconexión, mi píldora del placer, mi fin de semana condensado, mis vacaciones en el Caribe, mi sueño feliz, mi sueño erótico, mi cápsula de aislamiento, mi goce privado. Confieso que acudo siempre dispuesto a disfrutar, a relajarme, a vivir una experiencia nueva, a compartirla, a contagiar la alegría que siento por dentro en esa hora... En pocas palabras, confieso que acudo a cada cita con el único y exclusivo objetivo de ser feliz. Será por eso que siempre intento mostrarme amable, contento, agradecido... Y por eso mismo mi cuerpo se torna hipersensible; y se tensa, se relaja, se eriza, vibra, jadea, gime, viaja con la mente, afila sus cinco sentidos...

Confieso, como consecuencia, que me siento enormemente agradecido hacia todas las foreras que he tenido la suerte y el privilegio de conocer. A las que he visitado en varias ocasiones y con las que he compartido únicamente una hora. Agradezco su atención, su forma de tratarme, su profesionalidad, su implicación (sí, existe), su amistad en algunos casos, sus bromas, sus charlas, sus silencios; sus tejemanejes sobre este cuerpo escombro que tengo, sus mentirijillas amables hacia mi aspecto, su preocupación por mi bienestar durante esa hora. Agradezco enormemente los regalos que me hacen; la suavidad de su piel, el vértigo de sus curvas, la rugosidad de sus labios, la atención de sus oídos, las grutas de sus sexos, los fluidos que intercambian, la generosidad de sus manos, de sus brazos, de sus piernas, de sus senos, de sus palabras... Confieso, simple y llanamente, que agradezco que me abran la puerta y me transporten, una y otra vez, a esa dimensión única y extraordinaria en la que habitan el placer y el bienestar.

Y confieso que se lo agradezco a todas, porque todas ellas, siempre, me han hecho feliz. Muy feliz. Gracias, muchísimas gracias.

Confieso

Que aveces no me siento cómoda con mis pechos son muy grandes y me frustran mucho cuando voy de compras porque es un problema con las blusas me siento muy mal y en ocasiones hasta he llorado pero me acepto como soy pero es un poco traumático para mi

Confieso

Que aveces no me siento cómoda con mis pechos son muy grandes y me frustran mucho cuando voy de compras porque es un problema con las blusas me siento muy mal y en ocasiones hasta he llorado pero me acepto como soy pero es un poco traumático para mi

Totalmente de acuerdo contigo, yo no he llorado, pero sí me he cabreado más de una vez cuando ves que tu talla no abrocha y tienes que coger una más

Confieso

Que aveces no me siento cómoda con mis pechos son muy grandes y me frustran mucho cuando voy de compras porque es un problema con las blusas me siento muy mal y en ocasiones hasta he llorado pero me acepto como soy pero es un poco traumático para mi

Hay unas extensiones para eso mami, ya si paso por la corseteria te busco de varios colores

Te lo agradezco si encuentras aquello y me dejas el dato

Confieso que debo ser un bicho raro. Simplemente, porque siempre salgo enormemente satisfecho de todas mis citas. Confieso que me extraña no acabar nunca con un mal sabor de boca. Confieso que he tenido citas ardientes, citas relajantes, citas calmadas, citas neutras... Citas sin besos, citas con picos, citas con asalto de bocas a mano armada, citas con lingam, citas con oral a una banda, a dos bandas, citas con sexo, citas acariciantes, citas con apenas roces, citas sin orgasmo, citas de una hora, citas de 50 minutos, citas que se alargan lo que no está escrito... Citas silenciosas, citas divertidas, citas con confidencias que te encogen el corazón, citas de risas desmesuradas, citas de una seriedad palpable... Citas reincidentes, citas esporádicas, citas que te marcan, citas inolvidables... Citas, en todo caso, que siempre han cumplido con lo prometido. Citas, todas ellas, agradables.

Confieso que sospecho que mi actitud tendrá algo que ver. Confieso que planifico todo lo que puedo cada cita, porque para mí este mundo es mi afición particular. Mi hobby, mi entretenimiento, mi desconexión, mi píldora del placer, mi fin de semana condensado, mis vacaciones en el Caribe, mi sueño feliz, mi sueño erótico, mi cápsula de aislamiento, mi goce privado. Confieso que acudo siempre dispuesto a disfrutar, a relajarme, a vivir una experiencia nueva, a compartirla, a contagiar la alegría que siento por dentro en esa hora... En pocas palabras, confieso que acudo a cada cita con el único y exclusivo objetivo de ser feliz. Será por eso que siempre intento mostrarme amable, contento, agradecido... Y por eso mismo mi cuerpo se torna hipersensible; y se tensa, se relaja, se eriza, vibra, jadea, gime, viaja con la mente, afila sus cinco sentidos...

Confieso, como consecuencia, que me siento enormemente agradecido hacia todas las foreras que he tenido la suerte y el privilegio de conocer. A las que he visitado en varias ocasiones y con las que he compartido únicamente una hora. Agradezco su atención, su forma de tratarme, su profesionalidad, su implicación (sí, existe), su amistad en algunos casos, sus bromas, sus charlas, sus silencios; sus tejemanejes sobre este cuerpo escombro que tengo, sus mentirijillas amables hacia mi aspecto, su preocupación por mi bienestar durante esa hora. Agradezco enormemente los regalos que me hacen; la suavidad de su piel, el vértigo de sus curvas, la rugosidad de sus labios, la atención de sus oídos, las grutas de sus sexos, los fluidos que intercambian, la generosidad de sus manos, de sus brazos, de sus piernas, de sus senos, de sus palabras... Confieso, simple y llanamente, que agradezco que me abran la puerta y me transporten, una y otra vez, a esa dimensión única y extraordinaria en la que habitan el placer y el bienestar.

Y confieso que se lo agradezco a todas, porque todas ellas, siempre, me han hecho feliz. Muy feliz. Gracias, muchísimas gracias.

Confieso que este año me preocupa mucho el tema del mobile. Sí que es cierto que alguna marca china ha confirmado que no va a venir pero un acontecimiento en el que se reúnen miles de personas de tantos países es un caldo de cultivo. Si después esas personas consumen sexo de pago, pues no digo nada más. Creo que siendo una emergencia internacional deberían haber tomado otras medidas. Saludos

Buenas tardes Granry1992

Hoy día en casi todas las tiendas de ropa interior las tienes,, si no las ves, pregunta a las dependientas yo las compre en Oysho el año pasado,, aunque me operará y mi copa sea ahora más pequeña, mi problema es mi espalda que no coincide con la talla

Pero hoy en día existen bastantes más truquillos y opciones que hace años,, hay soluciones para todo

Que tengas una buena tarde

El encontrar en ti y en lo que recibes de una cita satisfacción..., no es de poco exigente ni de fácil conformar..., es más bien de alguien que sabe cifrar sus deseos en aquello que se puede alcanzar...

A mí me preocupa visitar a una chica. Volver en un mes, y no se acuerda de mí . Y esto me pasó más de cinco veces **** seré el hombre invisible ?

Claro.

Eso será porque no has dejado "güella" en sus dominios
Una chica "standard", que atienda a sólo 5 señores diarios (y no estoy hablando de trabajo a destajo) en un mes puede tener relaciones con cerca de 100 ídems. Tú ponte en el caso, estás en un paseillo en un piso, y desfilan ante ti, para tu elección, 100 chicas..... Cuando vas por la 57 te acuerdas de la 12? No es comparable, ya lo sé, pero creo que se me entiende A mi me pasó al contrario una vez. Con una china (y éstas trabajan más que la standarización reflejada arriba, que me recordó a los 4 meses, más o menos, que tardé en volverle, dado que su trabajo oral fue extraordinario. Y no digo esto porque ella simplemente haya dicho que se acordaba de mi, sino porque me puso en "antecedentes" perfectamente. Una crack, la tía. Ves?.... a esa sí que le dejé "güella".

Y las agendas de sus teléfonos vale un Potosí, no nos engañemos los que somos profesionales del trato con el público, sabemos lo importante que es que un cliente se sienta especial, y tenemos técnicas para conservar datos, y estas chicas son profesionales en lo suyo

Claro.

Eso será porque no has dejado "güella" en sus dominios
Una chica "standard", que atienda a sólo 5 señores diarios (y no estoy hablando de trabajo a destajo) en un mes puede tener relaciones con cerca de 100 ídems. Tú ponte en el caso, estás en un paseillo en un piso, y desfilan ante ti, para tu elección, 100 chicas..... Cuando vas por la 57 te acuerdas de la 12? No es comparable, ya lo sé, pero creo que se me entiende A mi me pasó al contrario una vez. Con una china (y éstas trabajan más que la standarización reflejada arriba, que me recordó a los 4 meses, más o menos, que tardé en volverle, dado que su trabajo oral fue extraordinario. Y no digo esto porque ella simplemente haya dicho que se acordaba de mi, sino porque me puso en "antecedentes" perfectamente. Una crack, la tía. Ves?.... a esa sí que le dejé "güella".