Potenz España

Muchas personas de seguro tienen historias de sus aventuras en Ibiza, pues ahí les va la mía. Juan es un chico que conocí mientras estaba de intercambio en Sevilla. La verdad yo no soy el tipo de chica que va en busca de aventuras por la vida. Buena de aventuras sí, pero de aventuras sexuales la verdad no tanto. Pero había algo en Juan que simplemente me atrajo y al final de cuentas la idea del intercambio es probar nuevas costumbres, nuevas lenguas y por qué no nuevas v*rgas.

El caso es que Juan me invito a pasar un fin de semana con él en Ibiza. Me dijo que tenía unos amigos que tenía un yate y que nos íbamos a quedar en una estancia con playa. Muchos chicos prometen cosas que no pueden cumplir, pero como dije, estaba dispuesta a vivir la experiencia. Cuando llegamos todo estuvo mucho mejor de lo que yo esperaba. La estancia realmente tenía playa privada y fuimos a pasar el día en el yate de los amigos de Juan. La pasamos increíble y después de unos cuantos tragos yo pensé que era hora de darle a Juan su regalito. Pero, el me sorprendió con un regalote!

Hay chicos a los cuales les encanta presumir de su tamaño, pero bien dice el dicho dime que presumes y te diré que careces. Juan nunca me presumió nada. Por eso a la hora que le desabroche el pantalón, lista para devóramelo todo, fue que me lleve una grata sorpresa. Ya para este punto llevamos rato con las caricias y los besitos aquí y allá. Como era de esperarse el traía una erección durísima. Y la verdad es que el tamaño me dejo más boquiabierta de lo que ya estaba y me empezaron a temblar las piernas.

Aunque al desabrocharle los pantalones debo confesar que me detuve un momento para admirar semejante sorpresa, fui a lo que iba y para pronto puse mis labios sobre semejante animalón. Con cada lamida se acentuaban más mis ganas de tenerla adentro de mí. Así que cuando menos atiné, me di vuelta me puse en cuatro y lo dejé hacer lo suyo. No es tan ustedes para saberlo ni yo para contarlo, pero era la primera vez que había probado algo tan grande. Al principio me dolió un poco, pero se notó que Juan ya tenía experiencia manejando una erección de ese calibre.

¡No solo hizo que me viniera varias veces, sino que dejamos la cama completamente empapada! Después de todo la verdad no pude quedar con la duda y le tuve que preguntar si todo lo suyo era completamente natural. Él me dijo que sí, pero me confeso que si usaba un truquito. Tomaba unas pastillas de Potenz España, antes de empezar con el jugueteo. Sin pena me dijo que le ayudaba a producir bastante sorpresas y dejar muchas sonrisas. La verdad es que a mí no me importo mucho que estaba usando. Esa noche en Ibiza la voy a recordar siempre.