lookbusty

Estos días tengo ganas de follar como un loco. No se que me pasa, pero pese a los habituales contactos con mis muy queridas aplacadoras, cuesta calmar mi hambre de tetas y mi sed de coños y culos. Las experiencias nuevas me alivian, y siempre es grato arriesgarse, aun partiendo de la base que mas vale lo conocido que lo que está por venir.

Tonteando por Internet en la sección de anuncios, me tropiezo con la oferta de Nina, Russky madurita. Desde el primer momento soy consciente que no me voy a encontrar con una silfide ni con una ninfa de los bosques, pero se que la madurez implica, casi siempre experiencia. En eso, las russkys se pintan solas, de manera que un encuentro con ella podía ampliar mi catalogo de jacas de ese frio y apasionante pais.

Atiende en la calle Brasil (cerca del metro Badal) y se puede conectar con ella en el teléfono 632121495, previa cita, aunque te atiende al cuarto de hora de haberla llamado. El piso donde recibe no es gran cosa, un poco oscuro, pacato y mas bien sencillito, pero ella, si que es de oro.

Me recibe en corsé. Corsé, corsé. Corsé de puta clásica, levantando sus tetitas, de las cuales hablare mas adelante. Pese a ser cuarentona, carita joven, muy cuidada, blanquita, maquillada con acierto y los labios, un poco glotones, bien pintados de rojo. Muy sensuales. "Pasa, cariñito, pasa...". Le doy un billete de cincuenta, sonrie y desaparece dejándome solo en la alcoba, regresa en seguida. Ya sabe que voy a joderla bien un par de veces. Que estoy cargado y potente. Empieza a preparar la cama, se da la vuelta, momento que yo aprovecho para bajarle el corsé, corsé, corsé. Tiene buena espalda, fuertecita, pero yo ya le he secuestrado los pezones. Aun no me he lavado y ya se los estoy palpando. ¡Que tetitas mas ricas y juveniles tiene! Rápidamente empieza la chupada. Tiene la paciencia de aguantar mis morros más de cinco minutos. Me desnudo, y ella, en esos arrebatos de generosidad tan frecuentes en las rusas y en la gente del este, me calza los pies con las chanclas. Ya se ha quedado como dios la trajo al mundo, que buena cosa hizo.

Y ademas tiene buen culo. Bailón, generoso, de modelo y muy respingón.

Bueno, ya estamos en la cama. Ella se ha echado. Yo tengo la polla super recta, mas dura que el acero. Pero antes de clavarla, se abre el coño para la comida. ¡Y resulta que le gusta! "come, cariñito, cooooome...". Saco la lengua como un perrito y se la meto hasta el fondo. Buen paladar el de su chocho. Me comenta que esto no se lo permite a todos los clientes, pero conmigo, según dice ella, ha echo una excepción. Guay. Se abre y la clavo. Entra a la primera. No cierra los ojos durante la follada, porque le gusta. "Pero que buena la tienes, cariño, que fuerte, que grande...". Esto me anima. Me pongo encima de ella, como una lapa. Gime, gime, gime. Le gusta. "¡¡¡Daaaame, cariño, daaame...!!!". Yo contesto: "Ya te daré yo bien, ya.". Entonces llega el final de la corrida. Descargo todo. Que tranquilo me he quedado. Ella se rie. "Bien, cariño, ahora pasemos a la segunda parte, pero en ella intervengo yo". Estoy un poco cansado, pero reconozco que es justo que me cabalgue ella. Se sube encima mio y me pellizca los pezones. Luego me los muerde. "Es que yo tambien tengo hambre, cariño". Sube para arriba y abajo, buena amazona, me exige que corra. "Quiero te corras otra vez, que me follles, que revientes". Yo sigo. La fuerza me acompaña. Ella se echa para abajo, le veo la barbilla que hace veinte minutos le he comido. Su piel es dulce. Segunda corrida del dia. "Enhorabuena, cariño".

Se levanta, apoya una de sus infinitas piernas en la mesita, lo que la hace mas femenina, mas seductora y mas puta. "¿Volverás a verme?". "antes de lo que tu te imaginas". Le pido si me puede acompañas hasta la puerta desnudita. "Claro que si." Me obliga a lavarme, trae una toalla limpia. Hasta me ofrece un peine. ¿Que buena que es! ¡Todo lo que tiene de guapa lo tiene de atenta! Junto mis labios con los de ella. Un morreo largo. Una besada infinita. No me doy cuenta que llevo los labios manchados de carmín, pero tanto me a. No me importa. No vivo con ninguna chica, y si la gente me ve así, solo puede pensar una cosa: que he estado con una chica o una mujer encantadora o maravillosa.

Nina lo es.

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Otra vez con ella

Había estado unos meses en su pais y ha vuelto...mucho más guapa, no se porque, y hambrienta de polla.

No me lo pensé dos veces para complacerla, pobrecita. Esta vez, penetre hasta el fondo de su coño con mi lengua, y ella hizo lo propio con mi polla, hasta dejármela bien floja (llegue con el cañón cargado).

Esta vez, en este polvazo, ha imperado más la pasión que el sexo, aunque todo quedó bien repartido, eso si. Naturalmente, repetiré con ella tanto como haga falta. Está mas potente que todos los volcanes en erupción de la tierra.