Simon

DUELO DE FLORETES

.- Buenaaass!

.- Unas bravas y unas cañas!

.- Y que? Que tal? Como lo llevas?

.- Bha, mira…más o menos como siempre…

.- Así que tu y la Encarna de todos los Santos seguís igual?

.- Oye, un día no podríamos hablar de futbol?

.- Es que a mi el Messi no me pone.

.- De FUTBOL.

.- Es que te quería preguntar una cosa…

.- De futbol?

.- No, ya sabes…

.- No, no sé.

.- Si… de vuestra vida sexual moderna, enrollada y asamblearia como los del ayuntamiento.

.- A ver, que coño quieres saber ahora?

.- Bueno… habéis hecho tríos con otro tío?

.- Ah, es eso?

.- Si.

.- Pues si, si los hemos hecho. Que pasa?

.- No… nada, y tu y el otro tío…

.- Yo y el otro tío que? Que me tienes frito.

.- Pues que si entre vosotros… que si habéis follado, vaya! Ya lo he dicho!

.- Pues si y no. Camarero, unas gabardinas! Si! Para dos!

.- A ver, si o no?

.- Si o no que?

.- Que si has follado con un tío, coño?!

.- Si, pero siempre con la Encarna por medio. Dobles penetraciones y cosas así.

.- Os habéis enculado?

.- Joder tío, quieres la talla del rabo? No, no lo he hecho pero no lo descarto.

.- Por que no?

.- Mira, no sé. Porque no ha venido así o yo que sé!

.- Es que no se, todo peludo y tal…

.- Bueno, pero hay día vas a un centro de estética y todo eso te lo arreglan y te lo dejan suave que da, bueno que tiene que dar un gustazo. Al final un culo es un culo.

.- Hombre, visto desde esta perspectiva…

.- Pues de dónde te lo vas a mirar animal de bellota? Estamos hablando de lo que estamos hablando no?

.- Es que yo había pensado que a lo mejor…

.- Que?

.- Pues que un día yo con vosotros…

.- Ni de coña! Me quieres encular?! Tu?!

.- Es que yo también quiero ser moderno!

.- No me jodas Pepe, no me jodas!

.- Pues precisamente, eso.

.- Pagas tu.

Simon

LA POLITICA

- Necesito un billete de avión para Moscú Y otro de Moscú a Sochi. En su defecto avión para Turquía y billete
de ferri para atravesar el mar negro hasta Sochi.

- ¿Cuantos días necesita? Y sobre todo para cuando. Porque el visado tarda dos meses.

- ¡¿Dos meses?!

- Si, en el consulado ruso lo miran todo con lupa.

- Bien, ¿que necesita?

- Que me rellene estos dos millones de impresos, que me traiga el pasaporte, DNI y certificado de penales, fotos de carnet. ¿pagará con tarjeta?

- ¿Y mi teléfono no lo quiere?

Una mirada fría lo rechaza. Lo capto.

Relleno los dos millones de impresos en casa, llevo toda la documentación y solo me queda esperar.
Llamo a Zlata para explicarle que mi visita se va a demorar. Se cabrea y al final yo también y le digo que se cabree con el Kremlin. Llamar por teléfono aún es delicado porque el General Franco murió hace poco y el muro de Berlín sigue en su sitio.

Pasan las semanas y nos vamos comunicando por internet y a veces por teléfono. El inglés/ruso a veces es difícil. Más o menos a los dos meses me llaman de la agencia de viajes que el visado ha sido denegado. Me quedo a cuadros. A rombos cuando me especifican que cuando se deniega tienen que pasar dos años para poder pedir otro visado.

Salgo disparado a la agencia de viajes y pregunto en directo. Exijo que hablen con el consulado ruso para preguntar por que me lo deniegan. Del consulado dicen que ellos conceden o deniegan pero que no están obligados a dar explicaciones.

¡Ole tus huevos y tu picha morena!

Como el que va al paredón vuelvo a casa y llamo Sochi para comunicarle la noticia a Zlata. Obviamente se cabrea, dice palabrotas en ruso y llora. Siempre he sido sensible a las lágrimas de una mujer pero las de una mujer rusa son mucho peores. Seguramente es por la musicalidad del idioma.
Estudiamos la situación y descubrimos que por el tratado de Varsovia, Warsow para Zlata, ni ella ni yo necesitamos visado para Polonia.

Ella coge dos aviones, a Moscow y Warsow y yo uno de Barcelona a Varsovia. La policía de aeropuertos no es precisamente amable conmigo y menos cuando se me ocurre explicarles que voy a encontrarme con mi novia rusa. A ella parece que le va mejor según me cuenta luego.

He buscado a través de la agencia un hotel de cinco estrellas que parece céntrico aprovechando que el cambio de moneda es muy favorable. Es muy bonito y parece que te tengas que encontrar con Chopin en cualquier pasillo, con la salvedad que las paredes son de cartón literalmente con papel pintado pegado encima. La intimidad es relativa.

- I want take a shower.

- Together ? pregunta ella.

- Obvioulsy. Le contesto alegremente.

Zlata es una mujer muy guapa, bien formada, en los treinta, pelirroja natural con la piel, los pezones y la sección juguetería como solo lo pueden tener las pelirrojas de verdad. Es pecosa sin pasarse, tiene unos ojos verdes de una profundidad que parece que te esté mirando desde Vladivostok a través de todas las estepas. Hay como una sabiduría atávica en el fondo de estos ojos. Es licenciada es una universidad de Moscú y además tiene la carrera de piano. Es culta, inteligente, interesante…rusa.

Es evidente que estoy enamorado. Y ella sorprendentemente también.

Es una de las mejores semanas de mi vida, además Varsovia me gusta porque es bonita y por el ambiente bohemio que se respira. Además del gueto judío y cosas así, puedo reconocer algunos detalles en las calles de Maus de Art Spiegelman y está lleno de bares pastelería con unos pastales de chocolate que son mi perdición, además hay piano en casi todos, y lo puede tocar cualquiera.

Soy feliz con Zlata, el caviar del desayuno, los pastelitos de chocolate y Chopin. Zlata toca piezas rusas en los bares para tocar los huevos. Nos miran mal pero me da lo mismo. Es otoño y los jardines reales están preciosos. ¿que más da como nos miren? Paseamos, vamos a la ópera, me muero de envidia porque cada día hacen una distinta entre ballet, ópera o conciertos, vagamos por las calles de día y de noche entre el frío y la humedad. No tenemos miedo, estamos juntos.

Pero todo se termina, también nuestra semana. Por la noche hacemos el amor con desespero, como si se terminara el mundo. Y llega cruel la mañana. Mi avión sale primero, nos despedimos y me voy al aeropuerto en taxi por la carretera que si la sigues tres mil kilómetros lleva a Moscú. Moscú…

Swissair me deja tirado y me veo obligado a comprar a precio de escándalo un billete solo ida en LOT. Todo esto lleva tiempo y retrasos, pienso que en algún sitio donde no tengo acceso está Zlata saliendo para Moscú.
Pasan los días, y las semanas, Zlata no contesta mis correos y me preocupo.

Por fin me envía uno que no es en respuesta a ninguno de las míos. Quiere hablar y la llamo. Me dice que no quiere dejar sola a su madre, que a su hija de seis años necesita masajes en las piernas por un tema circulatorio y que el único calificado para esto en todo el mundo está en Sochi, que quiere que su hija se crie rusa, que no quiere perder el trabajo de sub directora de un hotel bueno y que le pagan bien, que…yo asiento más con la cabeza que con la voz, que por teléfono no es muy inteligente, pero llego para musitar frases comprensivas que no siento. Sentir, sentir solo me siento desgraciado, pero no me arrepiento de nada.

Colgamos.

A los pocos días me manda un correo en el que me comunica que en tres meses se va a casar con un hombre ruso, de Sochi.

No le contesto y empiezo a arrepentirme de cosas…

Simon

.- ¿Te gusto?

.- ¿Para qué?

.- No seas impertinente

.- Tú me has preguntado…

.- Es que quiero saber si de verdad te gusto.

.- Por eso te he preguntado para qué.

.- No tienes remedio, eres faltón. Lo llevas en la sangre.

.- ¿Cómo te voy a decir para que me gustas si no concretas? Y deja la familia tranquila.

.- El diablo se cuela en tus palabras y sigues faltando. Si me amas, si me quieres, si quieres compartir la vida conmigo y si me apuras que nos entierren juntos para la eternidad.

.- ¡Ala! Te has pasado tres pueblos.

.- Pues eso es el amor. ¿Me quieres?

.- Para eso no.

Simon

RABIA

Vuelvo a casa un poco perjudicado. El hermano de Rodolfo con el rollo que conducía un tanque en Angola y tiene estrés post traumático traga el ron y te lo hace tragar en cantidades industriales. Lo malo es que vive en Centro Habana y hoy es 28 de Enero, natalicio de José Martí, padre de la patria, y como cada año hay un evento en La Tribuna, al lado de la Oficina de intereses de los Estados Unidos con lo que el Malecón y un montón de calles más están cortadas.

Como cuando Fidel dice “seré breve” hay para horas no queda más remedio que ir a buscar el túnel de Línea en vez del túnel de 5ª que es ahora mismo inalcanzable.

Me meto por callecitas del Vedado hasta que llego a Línea, la idea es seguir hasta cruzar el rio Almendrales y luego hacer lo que se pueda para llegar a casa. Legalmente es imposible pero bueno…aquí no quiere decir gran cosa.

En un semáforo de Línea, calle ancha pero muy insuficientemente iluminada, ya saldrá el sol dicen los cubanos, en un abrir cerrar de ojos se abre la puerta de la derecha y se cuela una figura femenina vestida vaporosa, muy ligera y con una larga y ondulada melena.
Me giro, la miro entre las sombras de los árboles que no ayudan y la veo claramente demasiado joven, muy joven, demasiado.

- Señor, ¿Vamos a su casa?
-
- ¿Pero se puede saber cuántos años tienes criatura?
-
- Tengo quince. – dice ella muy animosa.
-
- Anda, bájate del coche que aquí no haces nada, si te quitas las pinturas de guerra igual tienes trece y además en casa tengo un custodio muy malo que te echará a patadas. – y pienso en el pobre Rodolfo que estará dormido en el porche, en el balancín que tanto le gusta –
-
- Pues vamos a una oscurida y te hago pompino.
-
- Ya se quien son los cabrones que te han enseñado.

A todo eso llegamos al cruce con Paseo que también es una calle ancha y hay uno de esos pedestales para que la policía dirija el tráfico con más visibilidad. Hay un policía completamente superado por la circulación pero que a mi me sirve.

- O te bajas del coche o te bajará el palestino que está ahí arriba.

Es visto y no visto. Como si se hubiera esfumado casi sin abrir y cerrar la puerta. Me quedo solo en el coche y voy tirando hasta que haciendo una trampa consigo cruzar 5ª y llegar a casa. Rodolfo me abre la verja y meto el coche.

- ¿Que te pasa, te peleaste otra vez con mi hermano?
-
- No, entra en la casa y saca una botella de tres años. Con tu hermano bien, pero no preguntes.

Simon

INTERMEZZO

.- Te tengo que decir una cosa.

..- Dime.

.- Soy gay.

.- ¿Y duele, se pega?

.- A ti te voy a pegar, te estoy haciendo la confesión de mi vida y te cachondeas.

.- No hombre, no. Es que ya lo sabía.

.- ¿Y por qué no me lo habías dicho?

.- Mira quien habla.

.- Es que me daba vergüenza decírtelo. ¿Y cómo lo sabías?

.- Pues porque son muchos años que nos conocemos y estas cosas las mujeres las intuimos.

.- Si que sois intuitivas.

.- Pues sí, aún que ese tono machista me molesta. Y más viniendo de un gay que se os supone... sensibles.

.- Mujer, es que machismo poco tiene que ver con el sexo, más bien con la falta de él.

.- Eres incorregible.

.- Es que soy un gay muy macho, creía que lo sabías.

.- Después de veinte años de casados se todo lo que hay que saber.

.- Pues eso.

Simon

TRES DÍAS EN EL PARAISO

Las tres de la mañana. El avión de GOL ha hecho una escala no prevista en Fortaleza gracias a la época Monzónica, el resultado es que después de kilómetros de carreteras infectas estoy en el Tambaú Gran Hotel de Joao Pessoa, Estado de Rio Grande do Norte.

Es tardísimo, estoy cansado, intento sacar cuentas de que hora es en ¿casa? y no me aclaro. La habitación es un truño con unas cucarachas de medio kilo. Me queja y me la cambian por una con cucarachas más pequeñas.
El botones vestido de botones, como Spirou, y de unos treinta años me sube las maletas, me castiga con un parloteo en el ascensor poco entendible. Supongo que se queja del mucho equipaje. Tiene que durar mucho tiempo, el suficiente para aprender portugués.

Por fin solo, lavabo, dormiré mucho, o no, el cambio de hora, siempre igual, me cuesta adaptarme. Vaya por Dios, llaman a la puerta. ¿Se habrá olvidado una maleta? Abro. Es Spirou con un niño de siete u ocho años. No entiendo nada. Cuando lo entiendo le suelto un viaje a Spirou que le rompo varios dientes, los dos labios y probablemente le parte de la lengua. Me gustaría partirle el alma. Estoy seguro que me he roto un dedo. O dos.

El mal nacido escapa y despierta al recepcionista que a su vez despierta al director del hotel que avisa a la policía. Estupendo, la primera noche de muchas en Brasil y ya estamos todos en comisaría. Intento explicarme pero hacen como que no me entienden, está claro que se conocen y comparten ingresos. Paso la noche en el calabozo. Me ponen solo y pienso en películas de cárceles como Midnight Express y paso miedo.

Por la mañana me sueltan previa multa y vuelvo al hotel. Spirou está en recepción llevando maletas como si nada. Bueno, su cara no tiene un bonito aspecto.

Antes que me apuñalen decido apuntarme a una excursión, un arrecife que aparece y desaparece con la marea a un par de millas de la costa. Picãozinho se llama. Para subir al barco hay que nadar desde la playa porque no hay un maldito embarcadero. Soy de secano y con más pena que gloria repto hasta cubierta.. Una breve travesía y ese es el sitio, realmente es espectacular, pero peligroso, bajas del barco y el agua te llega a las rodillas en medio del mar pero en veinte metros alrededor el fondo marino cae en picado varios cientos de metros. Además la marea solo está lo suficientemente baja una media hora, y luego sube rápido.

Una vez allí el rollo es dar comida a los peces tropicales con las manos, sobretodo pan seco que me recuerda la Plaça Catalunya, cada vez son más grandes y pienso cobardemente en subir al barco cuando una chica tiene dificultades para volver, la resaca es traidora. A su lado pasa nadando a velocidad máxima alguien que identifico con una mujer por el bonitinho bunda que bambolea fuera del agua con el esfuerzo. Consigue atrapar a la otra chica y vuelven despacio. Aplausos.

Ya en el barco ella se presenta como Dalva, es trigueña, atlética sin ser muy alta y tendrá unos veinticinco, al final veintisiete. Habla castellano muy bien y se interesa por mi mano aún hinchada. Explico el tema y ella se escandaliza pero dice que allí pasan estas cosas.

Me quiero ir del Tambaú no duraré mucho. Sé que de todas maneras en un par de semanas tendré mi apartamento. Dalva me propone ir a ver a su familia que según ella vive cerca. Acepto y quedamos en un par de horas en la puerta del hotel. Aprovecho para coger mi equipaje y dejarlo en consigna en correos. No me fio de Spirou y la verdad es que me da miedo que me hagan algo.

A las dos horas aparece Dalva con un buggy conducido por un buggeiro.

- ¿Tienes crema?

Pregunta ella.

- ¿Para que?

- ¡Para la piel tonto!

Y se ríe. Yo piensa en su culo.

Resulta que en Brasil cerca son 200 km por la playa en buggy tres días y tres noches. Tiempo de conocerse sobradamente. Ella me cuenta que es una garota de programa, y yo me quedo igual, necesito explicación. Si es que no se me puede llevar a ninguna parte sin que de la nota. Lo entiendo y me disculpo por mi ignorancia.
El buggeiro nos deja por las noches y desaparece. Infinidad de kilómetros para nosotros solos. Sexo a gogo desde el agua hasta los plataneros. En el agua hay bichos y en los plataneros unas arañas venenosas mortales que anidan en los racimos. Ella es buena y está en mejor forma que yo.

Tres días en el paraíso.

A los tres días llegamos a Natal habiendo constatado que no somos vírgenes y habiendo cerrado un trato por cuatrocientos dólares por “unos cuantos días”. Serían precios estupendos para Barcelona, pienso. Barcelona…
Cuando el buggeiro nos deja en Natal, Avenida Ayrton Senna aún cogemos otro taxi que nos sube calles arriba, es evidente que es una favela. En guardia. Dalva dice – es aquí – y doblamos por una calle que en la esquina hay una funeraria con bonitos ataúdes expuestos en el escaparate iluminados por una luz mortecina, como no podía ser de otra manera. Solo faltaba eso.

Su madre es encantadora, y guapa. Descubro que Dalva tiene tres niños muy monos y de colores diferentes que indica diferentes procedencias paternas. Comemos carne al sol, receta brasileña. Me lo como todo y digo que está muy bueno. Y lo está.

Dalva habla animadamente con su madre a una velocidad que no entiendo, los niños hacen de niños y no facilitan las cosas. Al final entiendo que quieren organizar una ceremonia candomblé. Ahí no me pillarán desprevenido, la religión yoruba y los orishas familiares ya los conozco de mis años en Cuba. Es un desmadre.
Quedamos para la noche y Dalva me ayuda a buscar un hotel para los dos. Nos duchamos, nos ponemos guapos pero yo estoy como una gamba de demasiada playa, no estoy acostumbrado ni soy trigueño.

Y otra vez a la favela. En la calle da miedo. En la casa hay mucha gente, casi todos vestidos blanco, se desarrollan los rituales con música sincopada de percusión, alguien entra en trance y dice cosas poco entendibles mientras tiembla espectacularmente rígida en el suelo, un pollo se las carga y le cortan la cabeza salpicando con sangre por todas partes, parece mentira la de sangre que cabe dentro de un pollo, y beben, mucho. Cachaça sobretodo.
De vez en cuando la escupen pulverizando sobre el fuego provocando llamaradas. A mi no me sorprende, ya lo había vivido antes en La Habana, en realidad en Cuba me echaron por ser un espíritu hostil según el santero, pero esto es otra historia.

Ha vuelto la calma y se comen las ofrendas, que no son tontos. Mucha comida porque todos traen algo de comer y beber. Dalva y yo pasamos unos días inolvidables llenos de sexo, siestas y sexo. Yo tengo que volver a Joao Pessoa o me echan del trabajo. Ella se queda. Quedamos que nos veremos. Yo aún no tengo mi dirección definitiva.
Nunca más se veremos. Lo lamento pero pasan los días y las semanas y todo se difumina. Hay otras Dalva, pero cada una es diferente. Las disfruto y las sufro.

Con los años y la implantación de Internet la busque, Dalva Monteiro. Y la encontré. Nunca le he dicho nada. Ella está muy guapa, sus hijos son ya mayores, a uno lo mataron con 23 años por un tema de bandas. Dos tiros. Realmente está muy guapa y se la ve feliz.

Y a su marido también.

Simon

FISH AND CHIPS

- Do you wanna dance ?

Se quedó con los ojos vidriosos como un conejo delante de los faros de un coche. Delante tenía un tipo tamaño familiar que sin error posible pretendía sacarlo a bailar lentos.
Él, venía de un país donde la ley de peligrosidad social mandaba en automático a los homosexuales a la cárcel por enfermos, desviados e irrecuperables por orden del Caudillo, que agonizaba por la Gracia de Dios, y delante tenía aquel british subject esperando una respuesta.

Estaba en lo que se consideraba el mundo civilizado, Cambridge, en una discoteca que a pesar del nombre con connotaciones étnicas, Vudú, era bastante convencional. En la planta baja había una discoteca normalita y en el piso superior servían pollo con cosas y más cerveza.

Solo acertó a decir - no thanks – y el british subject musitó una disculpa y se fue a pillar a otro sofá.

Aterrorizado de arrimó a la primera fémina que vio cerca, de hecho en el mismo sofá, Se llamaba Isabela y le contó que era de la Serenísima Republica de Venecia, cara graciosa y morena, moreno italiano.
Influido por el Caudillo me acordé de Mussolini en voz alta y ella contratacó con que era del partido comunista italiano explicando algo de Marx y Lenin relacionado con algo llamado Brigate Rosse que él no terminó de entender. Para él era como ver un marciano. Los únicos comunistas que conocía estaban en la cárcel precisamente por comunistas.

Una vez establecidas las tablas políticas y la curiosidad mutua acordaron ir a otro local donde Rod Stewart no preguntara obsesivamente do you think I’m sexy a un volumen poco soportable.

Salieron al frio húmedo del invierno inglés, pasaron por delante de unos buscavidas que le gritaron - dirty chicken – por llevar el pelo largo y ser extranjero. Él hizo ver que no entendía de manera cobarde pero superviviente pues ya había visto como se las gastaban con cuchillas de afeitar en las puntas de sus botas paramilitares y sus puños americanos.

Se salieron de la mini zona de ocio y buscaron un bar tranquilo donde tomar unas cervezas y hablar un rato, ya se habían pasado del inglés al italiano. El bar era agradable, hablar, hablaron poco y las cervezas ni tocarlas. Para todo eso hace falta la boca y solo sentarse, sin preámbulos, se fundieron en un beso largo, larguísimo, absurdamente largo, húmedo, mojado, le dolían los labios y descubrió que tenía músculos en la cara en sitios que nunca lo había sospechado.

Era evidente que aquello no podía terminar así sin más pero ninguno de los dos vivía solo y en los hoteles por cutres que fueran no aceptaban a parejas no casadas. Al otro lado de la calle había un parque que en realidad era un campo más o menos arreglado y al fondo el river Cam que daba nombre a la ciudad. Se adentraron en el parque y de manera natural pasaron a la horizontal donde de los besos apasionados y juveniles a echar mano donde se podía y se podía por todas partes fue un todo fluido.

El polvo no fue el mejor de la historia, ni siquiera se hablará de él a las futuras generaciones, fue duro, rápido, sentido y con cierta violencia. Cuando quedaron exhaustos sobre el green mirando el cielo empezaron a oír ruidos, quejidos y murmullos, forzaron la vista a su alrededor y descubrieron por lo menos a unas veinte personas que estaban haciendo lo mismo que ellos y, que a contraluz a ras de suelo parecía un campo lleno de tortugas saltarinas.
Había una tortuga más erguida que las demás que llamo la atención de Isabela que a su vez agarrándolo por la polla le obligó a mirar en aquella dirección. Era el british subject que se estaba empujando a un tipo delgadito rubio y con el pelo largo. Parecía disfrutarlo.

Sudor frío y necesidad de una ración de fish and chips.

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Esa comida, la del fish and chips típica britanica, la de veces que las comí en Londres e Irlanda estando de vacaciones.

Simon

El tiempo que estuve ahí, entre Cambridge y Bournemouth, comí toneladas de fish & chips, entre otras cosas porque andaba corto de dinero y es comida barata, la verdad es que además me gustaba, como el chicken & chips. Lo que no entendí nunca, seguramente porque no soy inglés, era los spaguetti toast, como indica el nombre una tostada, de pan inglés obviously, con espaguetti con tomate encima. Me parece redundante. No es que sea malo, me parece idiota.

Simon

A QUE SI

.- Creo que me he roto.

.- ¿Cómo ese negro nuevo del Barça?

.- Si pero por dentro.

.- Él también se ha roto por dentro.

.- Me refiero humanamente, no seas bruto.

.- Ah, ¿y te ha hecho daño?

.- A ti te hará daño como sigas de cachondeo.

.- Está bien, cuéntame lo que te pasa.

.- Pues no lo sé, es una sensación extraña, me siento como vacío.

.- Eso es que no has comido y como tú siempre picas entre horas…

.- Te voy a dar. Lo que me pasa es muy serio, siento que la vida transcurre demasiado rápido y se me escapa entre las manos. Quiero amor y no lo tengo, siempre se me escapa entre las manos.

.- Será la crisis de los cuarenta que según los psiquiatras se ha trasladado a los cincuenta por el aumento de la esperanza de vida y como tú siempre has sido un poco inmaduro se te manifiesta en los sesenta. De todas maneras sigo pensando que si comieras algo te sentirías mejor.

.- Es posible lo del comer, pero no es eso. De todas maneras podemos pedir una tapa de lacón y una de bravas. Unas cañas, ¿no? Lo cierto es que tengo un vacío existencial.

.- Me parece bien pero prefiero unas copas de Rioja.

.- ¡Mira el James Bond! ¡Un Rioja, las cañas no son bastante para el señorito!

.-No es eso, me apetece más y si tú le dieras valor a los pequeños placeres apreciarías más la vida. Por ejemplo un buen Rioja.

.- Ya las aprecio las pequeñas cosas, ahora estoy saliendo con una chica de metro y medio y cuarenta y pico kilos.

.- ¿Lo ves? Tendrías que probar con una señora entrada en carnes, con chichas por todas partes y que hubiera donde agarrarse. Eres escaso hasta con tus parejas.

.- No te pases que la quiero mucho.

.- ¡Pero si lleváis dos meses! No exageres.

.- No exagero, la quiero mucho para llevar dos meses.

.- Eso es otra cosa. ¿Te sientes mejor?

.- Pues sí, las bravas eran mano de santo y el Rioja está estupendo.

.- ¿Otra ronda de todo?

.- Hace. Y además me buscaré una novia oronda a ver si me da más alegría.

.- Eso.

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Ostias!! eso de la foto no lo vi!!, solo verlo me da asquito.

Simon

Depende del hambre que tengas

Simon

¿ Y TÚ QUE ?

.- Oye, pásame el Sport.

.- Toma, ahí va.

.- ¡ Cuidado coño , que has metido al Jordi Alba en las bravas !

.- Bueno, tampoco le va a pasar nada, este se puede pagar la tintorería.

.- Tu siempre tan espiritual.

.- No hombre, es que yo lo que quiero ver son las motos, ya sabes que a mi el futbol…

.- ¡Ah! ¿Es por eso que siempre empiezas los periódicos por atrás?

.- A ver, si y no.

.- Oye, no me vaciles, o si o no. ¿Unos del morrón?

.- ¡Venga va! ¡Que unos pican y otros non! ¡Camarero! ¡Dos más de Coto y unos pimientos!

.- ¿Volviendo a la prensa, porque por la última página?

.- Bueno…no se lo digas a la Encarna que me mata, ¿vale?

.- Vale.

.- Pues me ha quedado la costumbre de cuando tenías que mirar las putas en el periódico.

.- Oye, ¿pero tu vas de putas? ¡Joder tío! Nunca lo hubiera dicho…

.- Bueno, ya no, bueno si, en realidad solo un poquito.

.- Mira, yo seré tonto pero o vas o no vas. No solo un poquito.

.- Hombre…

.- ¿Que? ¿La puntita nada más? ¡Venga ya! ¡Que peinamos canas!

.- ¡Está bien! A veces me pego una escapada. Es que la Encarna…

.- ¿Encarna que? ¡Pero si tienes una mujer estupenda, joder! ¡No se lo merece!

.- No, si es el problema…

.- Problema, ¿cual?

.- Joder.

.- Chico, estás inconexo.

.- No, no. Si te lo quiero contar, me aliviará.

.- ¿Entonces?

.- Que me alivia…

.- Si me vacilas otra vez te puedes meter los pimientos del padrón por…

.- ¡Que no joder! ¡Déjame hablar!

.- Perdona. Habla.

.- Es que estamos con la menopausia. Que nunca tiene ganas, que le duele, que…vaya que por una cosa o por otra ya nunca follamos.

.- Hacéis el amor.

.- Eso. Yo algunas veces necesito sexo y así salvamos el matrimonio.

.- ¿Y lo sabe?

.- No, nunca se lo he dicho. Claro que Encarna no es tonta, ya la conoces.

.- Pues mira tu, no sé si será moral o no pero te entiendo bien.

.- ¿Ah si? ¡Pensaba que te costaría más! ¡Gracias!

.- ¡Ni gracias ni hostias! ¡Que nosotros estamos igual!

.- Ya…

.- Oye…

.- Dime.

.- Esto… ¿y tu dónde vas? Es que…

.- ¡Tío! Es que tu…

.- Pues…

.- Pues anda que…

.- ¡Venga! ¿Cambio de cromos?

.- ¡Vale! ¿Una rusa para celebrarlo?

.- ¿A ti te van las rusas?

.- Digo una ensaladilla capullo.

.- ¡Ah, vale! ¡Una rusa marchando!

.- Quieres que después…

.- ¡Venga va!

.- Louis, presiento que este es el comienzo de una hermosa amistad.

.- No seas idiota que esto es de Casablanca.

.- Ya pero quedaba bien y como se entere la Encarna…

Baja_133504

No entiendo que el Sport, siendo de Catalunya sea editado en castellano.

Simon

Cosas de los estudios de mercado supongo. En Catalunya somos 7'5M de personas y la realidad depresiva es que 5M de personas hablan castellano en su vida diaria tanto en casa como en la calle, y solo 2'5M hablamos catala o otros idiomas.
Además tiende a prevalecer el idioma materno así que...
Yo por ejemplo he hablado toda la vida francés con mi madre y catala con mi padre. Ahora nada de nada porque mi padre lleva 31 años muerto y y madre hace un año y medio tuvo un derrame cerebral en el lobulo frontal del cerebro y no me conoce ni a mi, menos aún hablar ni conmigo ni con nadie.
Bueno, la cosa es que en casa siempre se habló francés porque es el idioma materno y para tocar los huevos a mi padre que era negado para los idiomas.

Simon

Interesante planteamiento, si a alguien le parece que puede dar para un hilo en el Bar que lo diga.

Aramis 43

Creo que sí, que podría dar para un hilo.

Simon

"Muchas veces es más seguro estar encadenado que ser libre." "Mi miedo es mi sustancia, y probablemente lo mejor de mí mismo." "Lo importante es transformar la pasión en carácter." "La verdad es indivisible, es decir no puede reconocerse a sí misma; quien quiera reconocerla, debe ser mentira."

Franz Kafka

Simon

Por lo visto hasta ahora, va a ser que no. En hilillo está a dos dedos de ir a morir a la segunda pagina antesala de las profundidades oscuras y cavernosas del Bar.

Aramis 43

Pues eso parece.

Vaya mierda de adivinos que somos.